16.1.14
Estado
Espero una señal. Algo certero e inequívoco, similar al disparo de salida que lanza a los atletas hacia la meta. Un golpe seco, no demasiado brusco, que sacuda mi pereza de inmediato. O casi diría que prefiero algo parecido al sonido extraño que lanza a los nadadores al agua, tan dispuestos y determinados que dirías que lo anhelan, lo presienten segundos antes de que suene. Se encorvan, tensan y cuando les alcanza la vibración estiran su cuerpo perfecto y cortan como una navaja el agua. Así, así me gustaría entrar en la página en blanco, sin embargo, de momento no recibo una señal que me obligue tomar la pluma. Desearía el don de la escritura, ese que se lleva de serie y que va saliendo como la carne picada que prepara Mohamed, a golpe de manivela iría saliendo la trama, con tensión, unos personajes, un clímax y un esperado desenlace que dibuje con nitidez las emociones, que contenga mis estados de ánimo y los dirima.
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