10.10.10

Miradas



Hay gente tímida a la que incomoda un objetivo y gente lanzada que lo busca descaradamente. Hay a quienes les ruboriza sentir encima dos miradas y los hay orgullosos de llevárselas todas. Hay gente que no quiere fotos para no perder su alma y hay quienes la venden para salir en portada.


Ayer, encontré a una cantante irreconocible en primera plana y hoy, a una política a doble página. Hace años las mujeres que salían a doble página posaban para Interviú y las que se inmortalizaban sugerentes decoraban los talleres mecánicos. Me soliviantan estas fotos, pero puede que esté siendo invadida por prejuicios machistas. Intentaré ver las cosas desde otro ángulo, al fin y al cabo, si se puede hacer frente al debate de la Nación, ¿qué dificultad representa entornar los ojos y tensar sutilmente los labios?. Entonces, lo que falta es que llegue un alto cargo con poses de seductor, un periodista, un analista económico, un controlador... Se lo piensan mucho, por aquello de la credibilidad supongo, pero llegará... porque Obama no se corta si tiene que desabrocharse una camisa, quitarse un zapato o coquetear con la Primera Dama.


Tampoco hay que darle muchas vueltas al tema. Nos encanta que nos miren, es el requisito previo para la admiración y ésta, la condición necesaria para un enamoramiento. Por eso posan los escritores, los policías, los bomberos, las azafatas de Ryanair, la portavoz del partido, la concejala de fiestas, el poeta atormentado, la escritora laureada. Ávidos de miradas y de afectos.

2 comentarios:

  1. ya toca otra entrada, me parece a mí

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  2. Pues yo también me he dado cuenta de algo, una verdad de vital importancia, crucial, pero no pienso decir ni mú, nada, niente. No me importa. No quiero propósitos, ni análisis, ni embarcadas. Ya recién he cumplido 120 años y solo quiero que me de el solecito por las mañanas.

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