10.1.14

En la taberna



      Todo el mundo sabe que Tora significa tigre en japonés, todo el mundo en Japón claro, en otros sitios abres una taberna y preguntan si es el nombre de la dueña. Todos no saben lo que significa que sirvas a un invitado el atún a la mesa porque la mayoría piensa que deben estar a tope de trabajo para que sirvan los cocineros las mesas.
    Cuando le puse el bol delante alzó los ojos y me dio las gracias. Pasé un tiempo ordenando las copas por tamaños y filas solo por saber lo que le decía a su acompañante. Hablaba con vehemencia sobre la gestión de nuestro tiempo. La gente era demasiado celosa de su tiempo, en una medida insana y que cualquiera, yo mismo incluso, tenía cosas que le interesaban, que podían hacerla feliz una temporada y que sabiendo eso era una lástima que no ocurriera nada". Quedé paralizado y un trallazo de adrenalina estremeció mi espalda.  "A ver si me explico, cada uno tiene su rutina y la vida que desea. Más o menos, ya sabes, pero si te paras a pensar un momento vas a hacer las mismas cosas durante todos los días y durante muchos años. En el mejor de los casos di que vas a reírte ochocientas noventa y cuatro mil setecientas veinte veces con tu marido, es obvio que hacerlo veintisiete veces con este artista del wasabi es algo insignificante. No sé, lo lógico sería decirle "Si has tardado quince años en preparar esos platos deliciosos y esta es la cumbre de tu arte ¿Por qué no me haces un curso intensivo un tiempo no demasiado largo?. Y si tu tienes algo que ofrecer la gente debería aceptar este trato de inmediato. ¿No te parece que seríamos tremendamente ricos? Sin embargo todos preferimos perder el tiempo. Perderlo, sí, porque cuenta las veces que estás tirada en el sofá, en la cama o simplemente aburrida,  independientemente de tu trabajo y de tus hijos, todos tenemos un tiempo muerto. A veces hasta se acumula. Entonces por qué no se lo regalas a alguien. Inexplicable. La cerrazón más retrógrada del comportamiento humano". 
 No podía moverme, terminé de arreglar las copas y volví a la cocina lento y cabizbajo. Me sentía como si hubiese vuelto de luchar con un guepardo, seguía con la zanahoria, el champiñón, el calabacín, un poco de berenjena, el pimiento poco porque a la gente no le gusta, no le gusta, no lo entiendo... "¿Tora estás sordo, sashimi para la cuatro?" Era la tempura número cuatrocientos setenta y siete que preparaba desde que me había instalado.

 



1 comentario:

  1. Be careful what you wish for...you might just get it...

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